Desde 1842 llevamos a cabo iniciativas al servicio del agua
En el siglo XIX, con la Revolución Industrial, se introduce en Terrassa la maquinaria en el sector textil. Comienza una etapa de progreso en la que aumentan también las necesidades. En 1840 quedó patente que los recursos hídricos de la ciudad de Terrassa eran del todo insuficientes para una industria textil que se estaba consolidando, y esta insuficiencia provocó que algunos de los fabricantes locales se trasladaran a otras poblaciones a orillas del río Llobregat.
Por este motivo, el 14 de marzo de 1841 una representación de vecinos e industriales de Terrassa se reunió con el Ayuntamiento para acordar la construcción de una mina en la ciudad. Es el origen de la actual Mina, Aigües de Terrassa, constituida oficialmente el 17 de marzo de 1842.
Ese mismo año, dadas las dificultades económicas del Ayuntamiento para hacer las obras, la Corporación Municipal traspasa a Mina la concesión para abastecer la ciudad del caudal necesario para cubrir el incesante crecimiento de consumo. Para conseguirlo, abre nuevas galerías y compra algunas de las minas existentes, llegando a alcanzar una longitud de más de 14 km.
Principios del siglo XX
En 1898 comienzan las obras de construcción del pantano de la Xuriguera, que tenía capacidad para 1.200.000 m³ de agua, terminando en 1902. En 1919 entran en servicio los clarificadores del Plan de l’Ametllera para depurar las aguas del pantano de la Xuriguera y de la mina Matalonga.
La construcción del pantano de la Xuriguera y la apertura, en 1927, de un pozo artesiano de 500 metros de profundidad con resultado negativo representaron un gran esfuerzo económico que casi supone la quiebra de la sociedad. El Ayuntamiento de Terrassa y los responsables de Mina constituyeron una comisión mixta que acordó hacer llegar el agua del río Llobregat a Terrassa.
Como resultado, en 1934 se concede al Ayuntamiento de Terrassa 4.000 m³/día de agua del río Llobregat. En 1941 el consistorio egarense otorgó a Mina un contrato de ejecución de obras y explotación del servicio para la construcción de las instalaciones para hacer efectiva la concesión de agua del Llobregat, por un período de vigencia de 75 años y que terminó el 31 de diciembre de 2016.
1943: el agua del río Llobregat llega a Terrassa
El 3 de julio de 1943, después de nueve años de trabajos, se logró hacer llegar el agua del río Llobregat a Terrassa. Desde entonces, con esta conducción, la ciudad quedó liberada de la pesadilla de la falta de agua.
1962 fue un año fatídico para la ciudad, pues las riadas provocaron casi 300 víctimas e importantísimos daños materiales en toda la ciudad. De rebote, Mina sufrió la rotura y el desprendimiento de cientos de metros de tubería, tanto de la red primaria de Abrera a Terrassa, como de la de distribución de la ciudad y de las minas.
Ese mismo año se construyó una nueva tubería de 450 mm desde el Llobregat a Terrassa, para poder suministrar el agua necesaria de acuerdo con la expansión de la ciudad. En 1971 entró en funcionamiento una tercera tubería de 700 mm y comienza a dar servicio la Central Elevadora de Abrera-Can Boada. En ese momento el Ayuntamiento de Terrassa recibe la concesión de un caudal de 56.000 m³/día de agua del río Llobregat, extensible a los municipios de Matadepera, Ullastrell y Viladecavalls.
A partir de 1973, se hace patente la escasa pluviometría de aquellos años, la progresiva contaminación y la falta de regulación del río Llobregat. Estos hechos obligaron a hacer restricciones y se acuerda construir una Planta de Tratamiento de Aguas Superficiales para poder captar el agua directamente de la superficie del río, con una capacidad de producción de 30.000 m³/día. Con esta planta, inaugurada en 1976, Terrassa deja atrás la sombra de la escasez y las restricciones diarias que había sufrido la ciudad en los últimos 3 años. Además, 2 años después participa en la creación del Consorcio de Abastecimiento de Aguas del río Llobregat, SA (actual ATLL).
En 1982 el Llobregat se inundó nuevamente y se repitieron los daños y las consiguientes reparaciones, esta vez agravados porque quedó también afectada la Planta de Tratamiento. En 1983 se constituyó la estación de hidrocompresores en el polígono industrial Els Bellots. En los años 80 Mina compró los servicios privados de Aigües de Can Parellada SA, que abastecía los sectores industrial y residencial de Can Parellada, Aigües Reig, Aigües Calonge y Fontcuberta.
El desarrollo y crecimiento de Aigües de Terrassa
En 1991 el Ayuntamiento de Viladecavalls otorga a Mina, Aigües de Terrassa la concesión del servicio domiciliario de abastecimiento de agua y en 1994 lo hace el Ayuntamiento de Ullastrell.
En 1998 se consigue la certificación UNE-EN ISO 9001.
En 1999 se crea la Fundación Mina que fomenta su actividad actual en la ayuda a las familias en situación de riesgo de exclusión social para hacer frente al suministro básico de agua.
El siglo XXI
En el año 2000 se firma un convenio entre los Ayuntamiento de Rellinars y Vacarisses y Mina, Aigües de Terrassa para la venta de agua en alta en estos dos municipios. En 2001 el Ayuntamiento de Rellinars le otorga la concesión para suministrar el agua en baja por un período de 50 años.
Durante aquellos años Mina hace una apuesta por la tecnología y la calidad, obteniendo la certificación UNE-EN ISO 14001, estrenando web e inaugurando la oficina virtual, que permite realizar gestiones sin la necesidad de desplazarse a las oficinas.
En 2001 obtiene la verificación EMAS y se convierte en la primera empresa de España, y pionera en Europa, en conseguir esta verificación medioambiental en el ámbito del ciclo integral del agua.
En el 2012 se obtiene el Sello de Excelencia Europea 400+ (CEG/RE04/0033/12) y su homologación “Recognised for Excellence 4 stars”, que reconoce la excelencia en la gestión empresarial.
En el año 2015 se consigue la certificación del Sistema de Gestión de Seguridad Alimentaria, ISO20000, de AENOR y en 2016 se obtiene, en el ámbito interno, la OHSAS 18001 (actualmente ISO 45.001), de Gestión de la Seguridad y Salud Laboral.
En 2018, después de cuatro prórrogas, el Ayuntamiento de Terrassa opta por la gestión directa del servicio de suministro de agua de los ámbitos de su competencia, sin declarar el monopolio, creando con este objeto una Entidad Pública Empresarial Local (EPEL), Taigua, lo que ha dado lugar a una situación litigiosa con Mina en la que los tribunales le han reconocido sus negocios privados en la ciudad de Terrassa.